Comenzó el juicio político a la jueza Rosa Parrilli, por mal desempeño de sus funciones, tal como había resuelto el Consejo de la Magistratura de la ciudad de Buenos Aires el 27 de octubre pasado.
Por la mañana, la acusación alegó que la jueza porteña en lo contravencional discriminó a dos empleadas del gobierno porteño cuando fue a una playa de acarreo a retirar su auto, y que había sido retenido por estar mal estacionado. El doctor Vega aseguró que “la defensa pretenderá demostrar que la jueza tuvo una crisis que la llevó a actuar de esta manera”, pero aseguró que la acusación demostrará que su acción “no fue producto de una medicación mal administrada, sino por un acto sencillo de mala conducta que afectó el decoro que debe guardar un magistrado».
Parrilli, de traje bordó y atenta a las miradas de quienes presenciaban el juicio, movía la pierna con insistencia. “No, no voy a hablar”, dijo cuando los periodistas se le acercaron y fue uno de sus abogados defensores quién solicitó la nulidad del juicio, principalmente, porque no se informa cuál era la imputación sobre Parrilli, por la composición del jurado de enjuiciamiento respecto a los legisladores elegidos. De todas maneras, la acusación rechazó tal pedido y luego se pasó a un cuarto intermedio para que el tribunal decidiera. Los encargados de juzgarla serán los diputados porteños Diana Mafia, Martín Borrelli y Raúl Puy; los abogados Jaime Kesselman, Eduardo Awad y Leandro Vergara; y los jueces Guillermo Treacy, Ediardo Ruso y José Casas. En las seis audiencias continuadas que se realizarán en el Tribunal superior de Justicia, en doble turno, pasarán unos 25 testigos pedidos por la acusación y por la defensa.