Todo es un gran caos. La nube de cenizas provocada por la erupción de un volcán islandés paralizó hoy gran parte del tráfico aéreo en Europa y causaba trastornos a decenas de miles de pasajeros en todo el mundo.
La agencia europea Eurocontrol estimó que más de la mitad de los vuelos previstos en el continente durante la jornada de hoy serán anulados. El organismo encargado de la seguridad aérea espera que se lleven a cabo «unos 11.000 vuelos», contra unos 28.00 previstos en un día normal. Un verdadero dolor de cabeza para muchos.
Sobre el tráfico transatlántico, de los 300 vuelos previstos de América del Norte hacia Europa para la jornada de hoy, únicamente se garantizaron entre 100 y 120.
Según lo informado, la nube de cenizas continuará alterando el espacio aéreo europeo «al menos en el transcurso de las próximas 24 horas», previno Eurocontrol en un comunicado difundido en Bruselas.
Irlanda reabrió prácticamente todo su espacio aéreo hoy por la mañana, Noruega y Suecia comenzaron a hacerlo progresivamente, mientras que en Francia la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) anunció la reapertura de todos los aeropuertos del norte y del este de Francia para la tarde. En los dos principales, Roissy Charles de Gaulle y Orly, se autorizaban sin embargo algunas llegadas.
Gran Bretaña, que cerró su espacio áereo el jueves por la mañana, mantendrá la medida hasta «al menos» la madrugada del sábado, exceptuando algunos vuelos en Escocia e Irlanda del Norte, según el servicio de control aéreo (NATS).
Los espacios aéreos de Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Holanda y los países bálticos seguirán igualmente cerrados hasta el sábado. Otros países que registraban cierres de aeropuertos eran Alemania -en particular Francfort-, Austria, Bulgaria y la República Checa, donde se encuentra bloqueado el presidente portugués Anibal Cavaco Silva tras una visita de Estado a Praga.