El ministro del Interior Florencio Randazzo afirmó que la acusación sobre el vicepresidente de la Nación Amado Boudou “es parte de las operaciones a los que nos tienen acostumbrados aquellos que han gobernado durante muchos años sin rostro y sin voto en la Argentina».
La Justicia Federal investiga si el vicepresidente Amado Boudou cometió tráfico de influencias en una trama político-económica relacionada a los contratos para la impresión de billetes que beneficiaría a la ex Ciccone Calcográfica. “Uno tiene que ser respetuoso en este caso del proceso judicial que está en marcha”, subrayó el funcionario.
También rechazó por Radio La Red haber sido quien dejó correr la versión sobre un supuesto hecho de corrupción relacionado al Vicepresidente. “Uno se enoja, se indigna, pero estamos acostumbrados a este tipo de cosas de hacer parecer que hay enfrentamientos en el Gobierno”.
“Este tipo de cosas perjudican a todos, sobre todo tienen un objetivo que es debilitar al Gobierno. Quien crea que se va a salvar de este tipo de cosas es un estúpido. Es estúpido pensar que un dirigente político, como en mi caso que tengo 30 años de militancia, va a hacer cualquier cosa de este tipo”, acotó.
«Yo creo en la buena fe y en la honestidad de mis compañeros. Los que han tenido que hablar sobre este tema lo han hecho, el vicepresidente, el titular de la AFIP (Ricardo Echegaray) y la presidenta del Banco Central (Mercedes Marcó del Pont)», señaló el ministro.