Moyano denuncia una escalada de represiones

Moyano denuncia una escalada de represiones

La CGT que encabeza Hugo Moyano, volvió a marcar sus diferencias con el gobierno nacional al denunciar una «escalada» de «represiones» en distintas protestas como la de ex soldados de Malvinas, contra las minas en Catamarca y el caso de los camioneros en Chubut.

«La CGT manifiesta su rechazo y su preocupación frente a una escalada que esperamos no sea un cambio en la política de persuasión y de respeto irrestricto a los derechos humanos que pretendemos siga siendo una política de estado», advirtió un comunicado con la firma de Moyano y de Julio Piumato.

De esa manera, la central obrera profundizó su distanciamiento de la Casa Rosada en un tema sensible para la administración de Cristina Fernández como la represión de las protestas.

«A la CGT le preocupa este aparente cambio de política», señaló el texto de la central considera, que pareció utilizar la ironía al subrayar que consideraba esas prácticas en contra de las protestas sociales «patrimonio del Gobierno de CABA reprimiendo indigentes a través de la UCEP o a los manteros de Florida con la policía Metropolitana».

En ese contexto, la CGT manifestó su rechazo frente «a las represiones a los trabajadores camioneros en Chubut, al pueblo catamarqueño que protestaba contra las minas a cielo abierto, ahora se suma este nuevo hecho reñido con el respeto a los Derechos Humanos y con las políticas implementadas por el Gobierno nacional desde el año 2003».

Por eso, Moyano hizo «un llamado» al Gobierno «para que retomen el ejercicio del diálogo social como fórmula de encauzar cualquier tipo de conflicto y despeje las dudas despertadas por estas acciones respecto a un cambio en la conducta del Estado en el tratamiento de los reclamos que formulen los trabajadores u otros sectores sociales en defensa de sus legítimos derechos».

El documento suscripto por el dirigente camionero muestra a Moyano en un ejercicio crítico sobre acciones del gobierno, que inició en público el 15 de diciembre durante un acto que encabezó en el Club Huracán.

Moyano se entrevistó por última vez con Cristina Fernández el 6 de septiembre del año pasado, en plena campaña electoral, cuando concurrió a Olivos para hablar sobre aumentos en las asignaciones familiares.

Recién el martes de la semana pasada el dirigente sindical volvió a visitar la Casa Rosada, pero esta vez no hubo diálogo a solas con la Jefa de Estado ni con ningún funcionario nacional, en el marco del acto por la cuestión Malvinas.

En el acto sindical de diciembre, Moyano reiteró demandas insatisfechas de la CGT y anunció su renuncia a la vicepresidencia del PJ bonaerense, tras afirmar que dimitía porque «no tengo vocación de bufón», lo que formalizó la semana pasada ante el gobernador bonaerense y presidente interino del Consejo Nacional Justicialista, Daniel Scioli.

Semanas atrás, Moyano volvió a levantar polvareda en el Ejecutivo cuando opinó que «la sintonía fina» que anunció la Presidenta le hacía recordar «el menemismo» de la década del 90 y al gobierno de Fernando de la Rúa, y reiteró que no debía existir techos a los aumentos salariales conseguidos en paritarias.

Tras la operación de tiroides de la Presidenta y las vacaciones del gremialista volvieron los encuentros en la CGT, donde un sector más próximo al gobierno planteó disidencias con Moyano, mientras funcionarios nacionales no disimulaban sus molestias.

Moyano también criticó una eventual propuesta de reformar la constitución para habilitar la re-reeleción de Cristina Fernández y afirmó que «nunca fueron exitosos los terceros mandatos».