Fue con «ayudita» del ex presidente Carlos Menem. Así, con su ausencia en el recinto, el oficialismo logró evitar una derrota segura en el Senado, donde la oposición se aprestaba a sacarle el poder en la conducción de la mayoría de las comisiones del cuerpo. Su «faltazo» le impidió a la oposición llegar a los 37 miembros y no consiguió el quorum para votar la composición de esas comisiones.
¿Cómo sigue ahora la historia? Hay versiones contrapuestas. La oposición confía en volver a reunirse la semana que viene y espera que Menem asista al recinto para sumar los 37 votos. Pero también teme que en esta semana, el oficialismo consiga torcer la voluntad de algún opositor y evite que se llegue a ese «número mágico».
Lo cierto es que ayer el «faltazo» estratégico de Menem (PJ disidente-La Rioja) le permitió al oficialismo afrontar la sesión en los puntos en los que había acuerdo y dejar sorpresivamente el recinto al momento de
votar el planteo que le arrebataba el poder en las comisiones.
«Nos vamos», anunció el jefe de la bancada oficialista, Miguel Angel Pichetto, momentos después de afirmar que el Frente para la Victoria debía tener mayoría en varias comisiones por ser la primera minoría, lo que desató un ola de críticas opositoras en el recinto por la supuesta ruptura de un acuerdo previo.
«La propuesta es arbitraria, abusiva, que no comprende los derechos legítimos de la primera minoría, y no se ajusta al reglamento», afirmó el senador por Río Negro. La jugada oficialista tuvo su rédito porque antes se había asegurado la reelección de Pampuro como presidente provisional, cargo que la oposición especulaba con arrebatar y que posiblemente hubiera sido moneda de cambio luego.