Juan Manuel Urtubey es, tal vez, uno de los gobernadores con mejor imagen. El salteño es de los pocos jefes provinciales con las finanzas en orden y eso le otorga algo de margen de acción antes de caer en la perpetua obsecuencia con Balcarce 50. Hombre de buen diálogo con los popes de la Rosada, pero también con sectores de la oposición, ha relegado -por decisión propia pero también de sus asesores más cercanos- sus aspiraciones presidencialistas al menos hasta 2015. Es que, según dicen, al hombre, con bajo conocimiento popular en todo el territorio nacional, no fue otro que el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández quien le recomendó apostar a afianzarse en su tierra para luego poder llegar fortalecido a unas presidenciales, que podrían ser las de 2015. Y parece que no ha sido difícil convencerlo de esto. Claro, los magros números que el diputado Alfredo Olmedo muestra en las encuestas y los fuertes rumores de que Juan Carlos Romero no volverá a pelear por la gobernación, lo ubican como candidato a mantener el control de Salta.