Una banda de narcomenudeo que fue desbaratada en los últimos días tras un operativo policial tenía un bunker de drogas en terrenos pertenecientes al Arzobispado de Rosario.
Efectivos de la Policía de Investigación (PDI), dependiente dle Ministerio de Seguridad de Santa Fe, realizaron en estos días varios operativos en barrios de distintas localidades del cordón industrial, donde secuestraron importantes sumas de dinero, cocaína y armas.
En el allanamiento en la localidad de Fray Luis Beltrán se llegó hasta un búnker que estaba funcionando en un terreno que pertenece al Arzobispado de Rosario.
Según trascendió, el terreno fue donado por un particular hace varios años y el asentamiento ocupa unas dos cuadras del barrio «El Ombú», según informó el diario La Capital de Rosario.
Tras la investigación, el Ministerio Público de la Acusación derivó las líneas de trabajo hacia San Lorenzo y la cárcel de Coronda.
El búnker, según trascendió, era explotado por una banda de narcomenudeo barrial autodenominada «Tokio», con ramificaciones a las localidades de la zona.
En los allanamientos en Fray Luis Beltrán; San Lorenzo y Capitán Bermúdez se secuestraron; 975 mil pesos; 31 teléfonos celulares; una máquina contadora de billetes, un automóvil Chevrolet Celta, cuatro balanzas digitales de precisión, un kilo y medio de cocaína y 1,3 kilos de marihuana.
Asimismo, se detuvo a tres mujeres mayores de edad y una menor de edad y un hombre mayor de edad y otro menor.
El allanamiento en el barrio «El Ombú» arrojó como resultado el secuestro de un teléfono celular y una riñonera con 126.750 pesos en billetes de baja denominación y quedó a disposición de la justicia Mario Hugo P. de 28 años. A pocos metros de allí se secuestraron cinco teléfonos más.
Ese asentamiento se inició hace unos 40 años y está ocupado por antiguas familias que se vieron conmocionadas por la instalación del búnker.
Tras el operativo, las autoridades eclesiásticas se comunicaron con las autoridades comunales, que ignoraban el tema, y plantearon su intención de instalar en el lugar un local destinado a la ayuda social, precisó el diario.
Allí también funciona el merendero «Estrella Chiquita», que hace años que está instalado y alimenta a niños y ancianos de la zona. Por otro lado, nada tiene que ver con el búnker, que se abrió hace unos meses.