A fuerza de aciertos, se había ganado un lugar entre las «estrellas» del Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010. Y no precisamente por estar dentro del campo de juego. Se trata del pulpo Paul, que se convirtió en un personaje «clave» en todo el mundo al predecir los resultados de aquella competencia, incluyendo el 1-0 a favor de España sobre Holanda en la final del certamen.
Y ahora es noticia nuevamente, porque falleció en el acuario de Oberhausen, donde pasaba sus días. El anuncio de la muerte fue efectuado hoy por los responsables del acuario.
Desde la Dirección del acuario se señaló en un comunicado: «Creemos que murió plácidamente durante la noche, por causas naturales». Una información divulgada a todo el mundo, como corresponde a una «celebridad».
«Paul maravilló al mundo al predecir correctamente a los ganadores de los partidos de Alemania y luego de la final. Su éxito lo convirtió en casi más conocido que el propio Mundial. Lo apreciábamos mucho y lo vamos a echar mucho de menos», señaló el mánager del acuario, Stefan Porwoll.
Paul saltó a la fama luego de que adivinara las cinco victorias de Alemania (ante Australia, Ghana, Inglaterra, Argentina, Uruguay) y sus dos derrotas (Serbia y España). Además, acertó con el éxito de los españoles en la final ante Holanda.
El pulpo había nacido en 2008 en la localidad inglesa de Weymouth antes de ser trasladado a Alemania. Al llegar a la fama por sus «aciertos» durante el Mundial, Paul recibió, entre otros regalos, una estatua de bronce con su efigie por parte de una delegación española y el título de
«ciudadano de honor» del pueblo gallego de Carballiño.