Un Boeing 737 de la compañía Ethiopian Airlines con 90 personas a bordo se estrelló el lunes frente a las costas del Líbano, poco después de haber despegado del aeropuerto de Beirut, y las autoridades libanesas excluyen por el momento que pueda tratarse de un acto de terrorismo.
«Hasta ahora, hemos descartado todo acto de sabotaje», declaró el presidente libanés, Michel Suleiman.
«Es un drama doloroso, un acontecimiento trágico. No escatimaremos esfuerzos en la búsqueda de sobrevivientes», agregó. Las autoridades decretaron de inmediato una jornada de duelo.
Según el primer ministro, Saad Hariri, 18 cuerpos fueron hallados cerca del lugar de accidente, a unas 2,5 millas náuticas de Nameh, que se halla a 12 km al sur de Beirut.
«Los esfuerzos se concentrarán durante 72 horas en la búsqueda de eventuales sobrevivientes», dijo un responsable del ministerio de Defensa.
El ministro de Transportes, Ghazi Aridi, precisó que el vuelo 409 de Ethiopian Airlines perdió contacto con la torre de control del aeropuerto de Beirut poco después de haber despegado a las 02H30 locales (00H30 GMT), con destino a Addis Abeba.
Testigos contaron haber visto una bola de fuego hundiéndose en el mar. El responsable del ministerio de Defensa reportó que el avión se partió en cuatro pedazos antes de caer e indicó que los investigadores tratan de determinar si fue alcanzado por un rayo.
Las condiciones meteorológicas son muy malas desde hace diez días en la zona, golpeada por tempestades y fuertes precipitaciones.
Los familiares de los pasajeros, muchos de ellos llorando inconsolablemente, se hallaban en la sala VIP del aeropuerto de Beirut, en espera de noticias.
«Yo sé que no lo encontrarán», decía gimiendo una mujer, cuyo marido viajaba en el avión. El aparato llevaba 83 pasajeros y siete tripulantes, de acuerdo con la lista de embarque.
Entre los pasajeros hay 54 libaneses (incluyendo dos niños y tres personas con doble nacionalidad británica, rusa y canadiense), así como 22 etíopes, una francesa y un británico.
La pasajera francesa fue identificada como Marla Sanchez Pietton, esposa del embajador de Francia en Beirut, indicó la embajada francesa a la AFP.
El ejército libanés, la marina y la fuerza interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) asisten a los equipos de socorristas en el lugar de la catástrofe, indicó el ministro de Transportes.
Un helicóptero de la ONU procedente de Chipre y un navío alemán de la FINUL se encuentran igualmente en la zona y Estados Unidos ofreció participar en las búsquedas con un avión de vigilancia submarina P-3, de acuerdo con un responsable del ministerio de Defensa.
Miles de etíopes trabajan en el Líbano, y la compañía aérea etíope asegura regularmente vuelos entre Beirut y Addis Abeba.
Numerosos libaneses que trabajan en Africa suelen hacer escala en Addis Abeba.
Aridi señaló que una comisión de investigación fue encargada de analizar las causas del accidente, y que Líbano contactó a los países vecinos para pedir ayuda en las operaciones de socorro.
«Contactamos a todos los que pueden prestarnos asistencia, dentro y fuera del país», dijo.