La Presidenta se muestra fuerte y busca redoblar la apuesta después de cada una de las trabas que pone la oposición. Y la bajada de línea llega, como corresponde, a todos los ministros de su gabinete: No es nuevo decir que no todos los encargados de ejecutar las políticas de CFK lo hacen con pleno convencimiento. Lo que sí está sucediendo es que hay ministros que, por lo bajo, rechazan los lineamientos oficiales. Aníbal Fernández no oculta ni su fastidio ni su cansancio con la situación, aunque todavía no su salida del Gobierno. Amado Boudou ha decidido llamarse a silencio desde hace algunos días -y así parece que seguirá-, Florencio Randazzo cree que su ciclo al frente de la cartera Interior está más que cumplido y Julio Alak sobrevive con el fantasma de León Arslanian en su oficina. Así las cosas, los ánimos no podían estar menos que crispados. Si no, que le pregunten a Alfredo Scoccimarro, que la semana pasada fue objeto de descarga de más de un ministro y secretario con los nervios de punta.