El jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, justificó el pretendido uso de las pistolas eléctricas Taser en que la ciudad de Buenos Aires padece «un nivel de violencia extremo».
«Vivimos en una ciudad con un nivel de violencia extremo, por eso se tiende a la utilización, en determinados y limitados casos y circunstancias, a la utilización de las armas Taser», dijo Burzaco en una extensa declaración que prestó ayer ante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario número nueve, a cargo de la jueza Andrea Danas.
Burzaco admitió que «desconoce las consecuencias de las descargas eléctricas en personas sanas o no» y se excusó en que no es «médico» para tener certezas sobre ese punto.
Sin embargo, afirmó que «el uso correcto del arma no es letal» ya que las descargas no pueden extenderse más allá de cinco segundos, pero que aún cuando hubiera «abuso o uso incorrecto del arma todo queda registrado por medio de una cámara en el chip inviolable, tecnología que no cuentan la otras armas de fuego, bastones y demás elementos que utilizan las fuerzas de seguridad».
«En los problemas de seguridad de la ciudad se requiere una solución integral (sociales, educativas) y en hechos concretos en donde se ponen en riesgo la vida de las personas, dotar a la policía de armas no letales y alternativas a las armas de fuego minimiza el riesgo no sólo para la vida del delincuente sino de terceros ajenos», expresó el funcionario.
En ese sentido, indicó que «un tercio de las muertes en la Ciudad de Buenos Aires son situaciones familiares, por ende cuando se cuente con un protocolo sobre la utilización de este tipo de armas se sabrá cuáles son las situaciones en las que se podrán utilizar».
Burzaco también dijo desconocer «si se tuvo en cuenta el informe de Amnistía Internacional» que advertía sobre los efectos nocivos de la descarga eléctrica, equiparables -según esa organización- a la utilización de la picana.
El jefe policial declaró en la víspera ante la Justicia, que mantiene suspendida la utilización de las Taser para la Policía Metropolitana.
De hecho, el jefe policial explicó que» la compra fue detenida hace un tiempo, por lo cual hoy la Policía Metropolitana no cuenta con las armas Taser X-26″, con la que sí están provistas «cuatro policías en el país que no tienen jurisdicción directa en la Ciudad Autónoma. Es un arma que la puede adquirir un ciudadano común con una tenencia simple».
Según el Observatorio de Derechos Humanos, «cada pistola Taser cuesta 16.200 pesos».
Cuando la jueza le preguntó quién emplearía las Taser si fueran autorizadas, Burzaco respondió: «su utilización estaría a cargo de la DOEM (Grupo de acciones tácticas o especiales) que actúa cuando hay situaciones extremas, por cuanto es el grupo más capacitado y preparado en el uso de las armas».