El fiscal federal Jorge Di Lello pidió que se investigue al vicepresidente por enriquecimiento ilícito. La denuncia también incluye a su novia, Agustina Kämpfe, a su socio José María Núñez Carmona y a quien fue denunciado como su testaferro, Alejandro Vandenbroele. Esto sumado a diez sociedades anónimas entre las que se encuentra la firma gerenciadora de Ciccone Calcográfica.
La causa judicial cayó en manos del juez federal Angel Lijo, el mismo que investiga a Boudou por supuesto tráfico de influencias a favor de la imprenta Ciccone. En encargado de denunciar al vice fue el periodista Cristian Sanz, director del portal Periódicotribuna.
A Boudou se lo investigará porque el crecimiento de su patrimonio, si se comprueba el vínculo con los supuestos testaferros, no se condice con su sueldo como funcionario. El texto dice: «no solo sería partícipe de sospechosas operaciones incompatibles con su función de servidor del pueblo, que lo incriminarían en un surtido de delitos que están siendo investigados por la justicia federal, sino también, que llevarían a suponer el enriquecimiento ilícito del aludido, en tanto los bienes que se estiman de su titularidad, testaferros mediante, de corroborarse -merced a esta encuesta que se propugna-, configuraría el delito previsto y reprimido por el Art. 268 del Código Penal de la Nación».