Los usuarios no estaban advertidos y cuando llegaban a tomar el subte se enteraban de la mala noticia. Un paro sorpresivo mantuvo interrumpido durante unas 5 horas el servicio en la línea C de subterráneos. Fue dispuesto por sindicalistas de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), y la medida de fuerza perjudicó a miles de usuarios que se desplazaban en ese momento hacia sus lugares de trabajo.
La medida de fuerza hizo que la línea C directamente no comenzara a operar como lo hace habitualmente a las 5 de la mañana, aunque finalmente el paro fue levantado poco antes de las 10, según anunciaron los delegados de la UTA.
Uno de los delegados de los trabajadores, Claudio Brisio, fue el encargado de anunciar el levantamiento del paro, y dijo que se abría una instancia de diálogo con la empresa concesionaria, aunque no descartó nuevas medidas de fuerza. En ese sentido, la empresa Metrovías, concesionaria del servicio, informó por altavoces que lo que paralizó a la línea que une Constitución con Retiro fue «una medida de fuerza gremial».
El sorpresivo paro fue encabezado, a diferencia de lo ocurrido en los últimos años, por sindicalistas nucleados en la UTA, quienes argumentaron que obedeció a reclamos por «problemas de higiene, seguridad y ascensos» de los trabajadores.
Los últimos paros que habían afectado al subte tenían otro origen, ya que habían sido impulsados por los delegados de base, enfrentados con la conducción de la UTA, reclamando precisamente el aval para la creación de un nuevo sindicato.