Entre los dos finalistas no hubo figuras descollantes y entonces el premio al mejor jugador del Mundial 2010, el codiciado «Balón de Oro», fue para el uruguayo Diego Forlán. Un premio al tesón, al esfuerzo y también a la habilidad y el oportunismo para convertir. Y la distinción le agrega una alegría má a los uruguayos, que hicieron el mejor Mundial desde 1970.
El delantero uruguayo, que marcó cinco goles en el Mundial sudafricano, recibió 23,4 por ciento de los votos de todos los acreditados para el Mundial-2010. En segundo lugar quedó el mediocampista holandés Wesley Sneijder, quien obtuvo 21,8. Y detrás el español David Villa, con 16,9.
Forlán, de 31 años, era el único de los tres jugadores que no jugó la final, aunque llevó a «la Celeste» hasta la cuarta posición en la Copa del Mundo.
Después de conocer la distinción, Forlán sostuvo desde la red social Twitter: «Es una recompensa conseguida gracias a mis compañeros».