Una fosa común con los restos de al menos 15 personas desaparecidas durante la última dictadura militar fue descubierta en el interior del ex Arsenal Miguel de Azcuénaga del Ejército, en Tucumán, predio en el que funcionó el mayor centro clandestino de detención de esa provincia.
Los cadáveres fueron hallados por peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que trabajaban en el marco de una causa que investiga delitos de lesa humanidad en ese centro de detención. De acuerdo al informe, los cuerpos estaban «parcialmente quemados, ubicados en diferentes profundidades y con distintas orientaciones, en la mayor parte de los casos dispuestos en relación anatómica. Como elementos asociados a los restos óseos se hallaron: proyectiles de armas de fuego, restos de ropa y calzado».
«En la peritación de la fosa hallada se advirtieron marcas de retroexcavadora, posteriores a la presunta quema de cuerpos, habilitándose la hipótesis de que primero se habría producido la quema de cuerpos, luego la remoción de la fosa mediante uso de retroexcavadora, para finalmente procederse a su relleno», agrega el documento.