En el lamentable episodio de la muerte de Carlos Soria en la madrugada del 1º de enero hay un tema que algunos insinúan pero nadie se anima a decir con claridad. En un principio se habló de reproches por infidelidad, y después en el oscuro terreno de “un conflicto familiar”.
Se dice en los ámbitos de pertenencia del grupo político del ex gobernador que el motivo del conflicto fueron los reproches, en la cena familiar, a uno de sus hijos por su homosexualidad.
Agravada por la fuerte ingesta de alcohol, la discusión se fue de las manos, o mejor dicho, se “fue a” las manos.
No está claro todavía si desde allí se pasó a mayores, y entonces la esposa cubrirá a uno de sus hijos, o si, como todo indica, en la soledad de la habitación conyugal, se desataron los reproches y la tragedia.