Fue una victoria de la oposición legislativa y un tropiezo para el Gobierno nacional. La Cámara de Diputados logró aprobar esta madrugada y giró al Senado un proyecto que plantea la reforma del Consejo de la Magistratura. Fue en medio de un largo y arduo debate que se prolongó por ocho horas, en medio de fuertes «chicanas» entre uno y otro sector.
El avance de la norma, que tiene como fin restringir el poder de veto kirchnerista en ese cuerpo judicial, significó otro golpe de los bloques opositores al Gobierno, que no quiere ceder a las modificaciones que se proponen para la Magistratura.
La sesión tuco su punto culminante a las 2 de la madrugada, cuando la votación en general arrojó 134 respaldos (contando a los distintos bloques opositores y a la centroizquierda) y 86 rechazos.
El proyecto que ahora tiene media sanción propone elevar a 18 el número de miembros del órgano judicial -actualmente tiene 13-, y establecer que su titular sea el presidente de la Corte Suprema, que sólo podrá votar en caso de empate o cuando se necesiten mayorías especiales para tomar alguna decisión.
Entre los integrantes habrá tres jueces, seis legisladores -tres diputados y tres senadores-, cuatro abogados, un representante del Poder Ejecutivo, tres académicos y un científico. A la vez, el proyecto establece que «se realizarán auditorías periódicas a los tribunales de Justicia», y fija «pluralidad de género en cada estamento con más de un representante».
En el proyecto también se busca acelerar el proceso de selección de magistrados, y se crea un consejo consultivo honorario.