La presidenta Cristina Kirchner celebró el acuerdo entre los Gobiernos nacional y porteño por los micros escolares para la Villa 31 e ironizó sobre el macrismo al señalar: «Esperemos que cumplan y no pase como con los subtes» y criticó a diarios al defender a la agrupación La Cámpora. Lo hizo al hablar durante un acto en la Casa de Gobierno en la presentación del Plan Nacional Igualdad Cultural ‘Inclusión en la diversidad’ donde adelantó también que la balanza comercial de febrero fue «de 1341 millones de dólares, 121 por ciento más que el año pasado».
En su discurso, la jefa del Estado hizo una fuerte defensa de La Cámpora, la primera que hace públicamente, y comparó a quienes atacan a esta agrupación con los militares de la última dictadura, en alusión a notas que aparecieron en diarios porteños.
A poco de iniciar su discurso en el Museo del Bicentenario, donde estuvo acompañada por el vicepresidente Amado Boudou y varios de sus ministros, Fernández de Kirchner resaltó su satisfacción por la solución en el tema de la villa 31, cuyos habitantes habían realizado el viernes un corte de calle que complicó mucho el tránsito en el ciudad.
Reveló que el nuevo secretario de Seguridad, Sergio Berni, «me dijo que finalmente el gobierno de la Ciudad recibió a los vecinos de la Villa 31 y firmaron un acta de acuerdo» sobre los micros escolares.
«Espero que esta acta la cumplan, no como la de los subtes», ironizó la presidenta, en obvia alusión al documento entre la nación y el gobierno porteño para la transferencia de los subtes que Mauricio Macri desconoció luego y pasó el tema al ámbito judicial.
La jefa del Estado insistió que «los chicos querían ir al colegio, no era ir a un circo con el micrito», y advirtió que «a las personas que viven en una Villa seguramente les encantaría vivir en un barrio cerrado con pileta, pero que están allí porque no tienen más opción.
«Terminemos con las estigmatizaciones, porque no nos hacen bien», exhortó.
Fernández dedicó varios párrafos de su mensaje a replicar dos artículos periodísticos que cuestionaban a La Cámpora y el lugar que ocupan sus militantes en el gobierno y que hacían referencia a funcionarios nacionales publicados por los diarios Clarín y La Nación.
«Le digo a los chicos que no se preocupen por las cosas que les dicen esos centros de emisión de poder que justificaron a la dictadura y la represión», afirmó, porque «los jóvenes son lo más maravilloso de este movimiento popular».
En este marco, minimizó la influencia que se le atribuye a los militantes de La Cámpora, porque «tienen 29 cargos de los 21.330 cargos que hay en todo el país».
«Van a tener que laburar un poco más para ser tan poderosos», les dijo la mandataria ante el aplauso de los miembros de la agrupación kirchnerista que ocupaban gran parte del salón.
Cristina Kirchner aseguró que sólo busca tres cualidades para ser funcionario en su gobierno: «capacidad, contracción al trabajo y honestidad».
La Presidenta comenzó sus críticas a columnistas de esos diarios a quienes tildó de «nazis» y «antisemitas» y aseguró que «la derecha nos acusa de marxistas y la presunta izquierda revolucionaria nos acusa de derecha, lo que significa que somos verdaderos peronistas».
«Dicen que muchos de ellos (los de La Cámpora) son hijos de montoneros y que los identifica el mismo gen que a sus padres. Me sonó a Menguele. ¿Qué es esto de que alguien nace predeterminado? Me sonó muy nazi», criticó la jefa de Estado.
Previo al acto, Fernández de Kirchner había recorrido en la explanada de la Casa de Gobierno los prototipos de cosechadoras que una empresa argentina, radicada en Entre Ríos, vendió a Angola.
En una parte de su discurso, la jefa del Estado adelantó que el ex Palacio de Correos, cuya remodelación -iniciada como parte de los festejos por el Bicentenario- está demorada, albergará a «Artépolis» para que puedan exhibirse allí todas las expresiones de la cultura popular argentina.