La diputada y candidata presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, juzgó hoy «imprudente» la creación del Ministerio de Seguridad, y advirtió que observa «una descomposición» y una «crisis de autoridad» en el Gobierno tras la muerte del ex mandatario Néstor Kirchner.La legisladora dijo estar «de acuerdo» con la creación de una cartera que, desde el miércoles, conducirá la actual ministra de Defensa, Nilda Garré, pero subrayó que «un cambio de mando a mitad de diciembre no es lo más prudente para este momento».
En diálogo con las radios Mitre y Continental, Carrió afirmó que en el gobierno de Cristina Fernández se está produciendo «una descomposición» tras el fallecimiento de su esposo, y sostuvo que «es un modelo de poder y de concentración del poder que terminó, gracias a Dios, pero que al mismo tiempo implica un vacío de poder, cubierto por la etapa del duelo».
«Todavía hay una crisis de poder. Que el vacío se cubra con el cuerpo místico de alguien que se dice que vive entre nosotros no resuelve la cuestión. Hay un modelo de conducción del poder claramente autoritario pero a la vez concentrado que tiene sus efectos y que ella debe intentar recomponer», evaluó.
Según Carrió, «es un modelo de poder y de concentración del poder que terminó, gracias a Dios, pero que al mismo tiempo implica un vacío de poder, cubierto por la etapa del duelo. Finalmente todo sale a la luz y todas las mentiras de los últimos años han salido a la luz».
Advirtió que si bien «siempre he tenido una separación entre el ex presidente Kirchner y Cristina Kirchner, tampoco vamos a cualquier diálogo. Hay que esperar. De parte nuestra hay hoy una actitud de suma prudencia para no agravar el vacío de autoridad que existe en la Nación, de respetar de alguna manera un tiempo a ver si reencausa la situación».
Respecto de las modificaciones en el gabinete, indicó que «la crisis de autoridad es muy fuerte y un cambio a mitad de diciembre no es lo mejor. No es que uno no esté de acuerdo: yo estoy de acuerdo en la creación del ministerio de Seguridad, estoy absolutamente de acuerdo en esto».
«No es momento de discutir quién es la persona. Un cambio de mando a mitad de diciembre no es lo más prudente en este momento. Hay problemas internos muy graves, hay una crisis de autoridad muy grande», continuó.
Carrió consideró que «más allá de este paréntesis después de la muerte de Néstor Kirchner, hay una crisis de poder y de autoridad muy grande. Cristina está tratando de encauzar un nuevo perfil, pero en el medio no hay un registro claro de la situación real del país, y sobre todo de la situación real de la pobreza, de la inseguridad y de la crisis habitacional».