Cambia, todo cambia…

Todo vuelve. Y si lo sabrá Aníbal Fernández. Parece que el jefe de gabinete, ante lo difícil de la situación en el Senado no tuvo mejor idea que convocar a Pontacuarto, para intercediera ante los senadores. Pontacuarto fue a la reunión sorprendido: “…no era que yo era un ladrón…te llenaste la boca insultándome”, le reprocho al jefe de gabinete. Muy suelto de cuerpo, Aníbal le respondió: “y que querés que te diga…era para la gilada”. Lo cierto es que le ofreció 5 mil pesos para que colabore con el gobierno  para desentrañar  algunas  claves en el Senado. Parece que el desposeído Pontacuarto aceptó el conchabo, y  ya empezó a contar cosas complicadas del senador pampeano Verna. Dicen que tiene 35 carpetas también muy difíciles de contar…