El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, pondrá en marcha dentro de los próximos dos meses un plan para abrir algunas calles en la villa 31, en Retiro, y comenzar con la tan prometida urbanización. Es que este asentamiento en el que viven más de 20.000 personas está creciendo a un ritmo impensado, y ya llega casi hasta la avenida Salguero.
No sólo se está extendiendo a lo largo y a lo ancho, sino que también ha ganado en altura, con construcciones clandestinas de hasta seis pisos. Pese a que el Gobierno porteño había prohibido el ingreso de materiales en la Villa situada en los terrenos más caros de la Capital, los controles para evitar que eso sucediera nunca se llevaron adelante. Por esa razón, la idea original del macrismo de mudar esa villa, es hoy casi una utopía.