Siempre intenta dar la nota de color la mediática legisladora porteña María José Lubertino. En este caso, su exposición llegó al extremo de calzarse un guardapolvo blanco en la última sesión de la Legislatura con la excusa de defender la toma de algunas escuelas en la ciudad. Pero esta vez, su actuación le jugó una mala pasada. Un memorioso asesor que recorre a diario los pasillos del palacio porteño recordó no sólo que Lubertino no cursó una enseñanza pública sino que, en otras épocas, se enorgullecía de mostrar la medalla de honor que obtuvo en su paso por la UCA. Claro, una vez que el comentario se diseminó por el recinto, no fueron pocos los diputados del PRO que se lo hicieron saber para dejarla en ridículo.