Si bien numerosos dirigentes opositores al Gobierno nacional manifestaron que adhieren a la protesta de este jueves en el Obelisco, conocida como ¨8N¨, son pocos los que estarán en la marcha. Los políticos de la oposición coinciden con el espíritu del cacerolazo, pero se muestran reacios a participar por temor a que se ¨desnaturalice¨ la protesta, que fue convocada sin signos partidarios. Para el oficialismo, se trata de una manifestación de la ¨derecha paga¨ y de la ¨tilinguería¨ de la clase media.
Tanto el radicalismo como el peronismo disidente, así como también el Frente Amplio Progresista, la Coalición Cívica y el PRO, se han expresado a favor del cacerolazo y en contra de la violencia y la confrontación. Aunque alientan la protesta, comunicaron que no van para no quitarle legitimidad. ¨No voy a ir porque no me parece positivo que haya dirigentes políticos que vayan a la marcha. Pienso que ir a la movilización implica colgarse de una convocatoria que es de la ciudadanía. Ir es enturbiarla¨, señaló la diputada de Libres del Sur, Victoria Donda. En el mismo sentido se expresó Elisa Carrió: ¨No tienen que ir los políticos y por eso yo no voy. Y le pido a los políticos que no vayan. El pueblo tiene que estar unido en su constitución y después perdonará¨. Mientras tanto, el oficialismo resaltó que no apoya en absoluto la marcha. El senador nacional por el Frente para la Victoria (FPV), Aníbal Fernández, reiteró que la ¨extrema derecha paga¨ organiza el cacerolazo y denunció que la movilización fue convocada por redes sociales desde ¨cuentas truchas¨.
El peronista disidente Francisco De Narváez contó que su esposa Agustina sus hijos se movilizarán, pero aclaró que él no irá: ¨No quiero mezclar las cosas. No es que no siento el deseo de estar, sino que siento que no tengo que estar porque lo empañaría¨. En la misma línea se mostró el radical Ernesto Sanz, quien avisó que no irá para ¨no mezclar las cosas¨, pero al igual que sus compañeros de la oposición reivindicó la movilización. Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, alentó la protesta y advirtió que ¨la energía debe estar en construir y no en agredir¨. ¨El #8N vayamos con una sola bandera, la Argentina¨, tuiteó este miércoles el funcionario de la Ciudad, mientras la Capital Federal se encontraba colapsada por los cortes de luz y la basura acumulada en las esquinas por los problemas en la recolección . Enseguida, el jefe de Gabinete salió al cruce. ¨Todo bien, pero de onda: qué tal si te dedicás un ratito a gobernar?¨, le respondió Juan Manuel Abal Medina.