Los medios chubutenses fueron los primeros que lo sacaron a la luz y de inmediato se generó una polémica que trascendió las fronteras de la provincia. Es que en ese distrito patagónico un sacerdote, capellán policial de la Unidad Regional de Esquel, puso en marcha una serie de actividades para chicos de entre 9 y 14 años, que forman parte de una suerte de «policía infantil». Al trascender estas actividades, el Gobierno chubutense salió a pronunciarse en contra y advirtió que intentará que se dejen sin efecto.
Por su parte, el capellán policial que lleva adelante la iniciativa defendió estas actividades y dijo que le da «pena» que se haya generado tanta polémica, al tiempo que señaló que sería «una lástima» que suspendieran estas acciones.
Se trata de las actividades que desarrollan todos los sábados por la tarde, en el Casino de Suboficiales de la Policía provincial, 45 chicos y chicas de entre 9 y 14 años, dirigidos por el capellán de la fuerza y también responsable de la Pastoral Juvenil, el padre Adrián Mari.
El propio capellán definió a esas actividades como «un espacio para que los chicos reflexionen sobre la vocación policial», y señaló -en declaraciones a la prensa- que en esos encuentros se hacen «juegos» y entre ellos hay algunos en los cuales los pequeños usan chalecos antibalas como los usados por los integrantes de la fuerza.
En tanto, el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Juan Arcuri, se manifestó sorprendido por estas actividades y adelantó que ayer habló «con el subjefe de la Policía», quien le dijo que «iba a tomar medidas con este asunto. Me dijo que no le parecía adecuada este tipo de capacitación», señaló con respecto a lo que le comentó el subjefe policial.
Además, el funcionario sostuvo con respecto a estas actividades: «Transgreden las normas de la Provincia. Chubut tiene leyes que hacen a la infancia y a la adolescencia que son de avanzada, y este tipo de actividades las transgreden».
Según destacó la prensa chubutense, en agosto pasado se iniciaron las charlas y talleres de la Policía Infantil, integrada por hijos de policías, militares y vecinos. El padre Mari dijo en declaraciones al diario Jornada que cada sábado policías en actividad «pasan a saludar a los chicos y comparten con el uniformado, porque la idea es que en la calle saluden al policía y le regalen, por ejemplo, un alfajor por el servicio que prestan».