Con 167 votos a favor, 17 en contra y 7 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó por mayoría y giró al Senado el proyecto de ley de identidad de género, que contempla la «vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente», corresponda o no al sexo asignado al momento de su nacimiento de acuerdo a sus órganos reproductivos.
De aprobarse en la Cámara Alta, la normativa prevé que toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo sin necesidad de trámites judiciales o administrativos, y que todos los mayores de 18 años podrán someterse a intervenciones quirúrgicas parciales y totales, y/o a tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo a la identidad de género autopercibida.
«Los efectores del sistema público de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales, deberán garantizar en forma permanente los derechos», especifica el proyecto, y agrega que «todas las prestaciones de salud contempladas en el presente artículo quedan incluidas en el Plan Médico Obligatorio, o el que lo reemplace, conforme lo reglamente la autoridad de aplicación».