Durante su estadía en los tribunales, a Freydoz se le tomaron muestras de sangre y se le realizó un Dermotest, una prueba que sirve para comprobar si disparó el arma que causó el fallecimiento del gobernador.
Además, la mujer dio su testimonio sobre el hecho ante el juez Emilio Stadler, a cargo de la investigación del confuso episodio.
Según trascendió, una vez que declaró, la mujer se retiró a la casa de un familiar en las afueras de General Roca y no participó del velatorio de su esposo.
En un primer momento, se dijo que el gobernador estaba en su chacra acompañado por su esposa y su hijo, el intendente de General Roca, entre otros familiares.
Sin embargo, el vicegobernador Alberto Weretilneck confirmó que sólo la esposa de Soria acompañaba al mandatario provincial cuando se produjo el disparo, por lo que convierte a la mujer en una pieza clave para esclarecer el episodio.
Weretilneck, que asumirá la gobernación provincial en los próximos días, aclaró que Freydoz no estaba «detenida», luego de que surgieran distintas versiones sobre el hecho.
Si bien la Gobernación provincial difundió un comunicado en el que aseguró que «presuntamente» la muerte de Soria habría sido parte de un «accidente doméstico», con el correr de las horas comenzaron a tejerse distintas hipótesis en torno a la eventual participación de su esposa en el hecho.
Es que una de las principales hipótesis que manejó la Policía en las primeras horas del día indicó que el disparo que recibió el mandatario provincial se produjo luego de una disputa familiar, cuando Freydoz era la única persona que estaba en la casa.
Además, al momento de llegar la Policía y la ambulancia, Soria se encontraba en su cama matrimonial con el cuerpo semidesnudo y totalmente ensangrentado.