Film argentino ‘Abrir puertas y ventanas’ recibe el máximo premio en el festival de cine de Locarno

“Abrir puertas y ventanas”, ópera prima de la argentina Milagros Mumenthaler, fue reconocida el sábado como mejor película del 53° Festival de Locarno, Suiza, al hacerse acreedora del Leopardo de Oro.

Por su trabajo en el mismo film, María Canale (vista en el corto No me ama , de Martín Piroyansky), se alzó con el lauro a mejor actriz. El film, dirigido y escrito por Mumenthaler, logró, además, el premio que otorga la Fipresci, y dos menciones especiales, una como resultado del voto del público y la otra, del jurado del premio Environment is Quality of Life.

La decisión del jurado, dirigido por Olivier Pére, sorprendió a los presentes, porque el primer largometraje de Mumenthaler, quien ya había brillado en festivales del mundo con sus cortos “El patio” y “Amancay”, no partía entre los favoritos.

“Abrir puertas y ventanas” cuenta la historia de tres hermanas que conviven desde su infancia con la abuela, que acaba de fallecer, y las vivencias que experimentan en esa situación. Las otras protagonistas son Martina Juncadella y Ailín Salas.

También en el marco de la muestra suiza, El estudiante , de Santiago Mitre (que se estrenará para el 1° de septiembre en la sala Leopoldo Lugones y en el Malba) recibió el premio especial del jurado de la muestra paralela Cineasta del Presente, con 40.000 dólares.

e>, y�*po��> ��= ue se consideraban imposibles para el kirchnerismo, como Santa Fe y Córdoba. Allí el triunfo del kirchnerismo alcanzó también a la lista de diputados que el Gobierno presentó para competirle a José Manuel de la Sota. La única provincia donde no triunfó Cristina fue San Luis, donde se impuso el candidato de Compromiso Federal, Alberto Rodríguez Saá.

La elección transcurrió sin mayores problemas, aunque sí con algunos vicios clásicos que se amplificaron. Por ejemplo, hubo faltazo de boletas sobre todo en cuartos oscuros de la provincia de Buenos Aires, mucha demora de los votantes en el momento de ensobrarlas y complicados cortes.

Ayer, tras la elección, Cristina de Kirchner se trasladó a su búnker en el hotel Intercontinental. Desde allí habló para festejar el triunfo y también escuchó el saludo de Ricardo Alfonsín, que felicitó a «a la señora presidenta de todos los argentinos».

Para ese momento, otras preocupaciones comenzaban a complicar a la oposición. Por ejemplo, el peligro continuo para el radicalismo de que Eduardo Duhalde se subiera en el lento recuento de votos de esta madrugada al segundo lugar, detrás de Cristina de Kirchner, consagrando así una proyección de división electoral sólo de color peronista.

Elisa Carrió compartía otro dolor de cabeza: tras haber liderado la opción opositora en 2007 con un segundo lugar tras Cristina de Kirchner, casi al borde de un balotaje en algún momento, anoche sólo lograba ubicarse a menos de un punto por encima de Jorge Altamira, cuyo objetivo había sido sólo mantenerse en carrera logrando más del 1,5%.

Lejos de esas preocupaciones, la Presidente habló en el Intercontinental subiendo a su hija al escenario: «Saludo a todas las otras fuerzas políticas y a todos los candidatos y candidatas de todos los partidos y todas las provincias», comenzó reivindicando la idea kirchnerista de estas primarias. «No esperen de mí ninguna palabra que menoscabe, agravie u ofenda a nadie, no vine a eso». No lo necesitaba, con casi 50% de los votos.

Duhalde, mientras tanto, se mantuvo en su búnker esperando que le confirmaran si lograba trepar, por algunas décimas, al segundo lugar. Hermes Binner, lejos de esa posibilidad, eligió agradecer «a todos los argentinos que nos han escuchado» y saludó especialmente «a la señora presidenta de todos los argentinos».

Pero algo quedó en claro en medio de todas las confusiones del día y la euforia oficial: la de ayer no fue una elección nacional y menos para elegir cargos legislativos. El kirchnerismo lo sabe y de ahí que hoy comience también para ellos otra etapa de la campaña.