Posse trabaja en su primer informe de gestión y evalúa asistir al Congreso a finales de abril

Posse trabaja en su primer informe de gestión y evalúa asistir al Congreso a finales de abril

El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, es un hombre clave en la gestión que encabeza el presidente Javier Milei. Lo saben incluso en la oposición, por eso reclaman su presencia en el Congreso, y ante el insistente pedido, desde la Jefatura de Gabinete trabajan para que el titular de ministros asista a brindar su primer informe de gestión hacia finales de abril.

Según supo la agencia Noticias Argentinas deberá responder más de mil doscientas preguntas relativas a diversos temas, incluso a las figuritas del álbum de fútbol de la Copa América 2024, para rendir cuentas sobre el rumbo de la gestión libertaria..

Con algunos meses de demora -de concretarse- sería la primera vez que Posse se apersone en el Congreso Nacional a intentar saldar las dudas de los legisladores. Su visita a la Cámara de Senadores estará marcada incluso por su participación activa en las negociaciones con gobernadores y bloques legislativos para reactivar la Ley Bases, mejor conocida como Ley Ómnibus, y tras el rechazo del mega DNU en Diputados.  

Las presentaciones de los jefes de Gabinete en el Parlamento responden a la exigencia establecida en el artículo 101 de la Constitución Nacional que determina que el titular de ministros deberá “concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del gobierno, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 71”.

Fue el diputado de la Unión Cívica Radical, Julio Cobos, quien en febrero presentó un proyecto para solicitar la presencia de Posse en el Congreso. Iniciativa que fue acompañada por otros del espacio. “El 10 de diciembre asumió el presidente Javier Milei. Sin embargo, al día de la fecha su jefe de gabinete, Nicolás Posse, ha evitado dar declaraciones públicas. Informar sobre la marcha del gobierno es un deber republicano establecido constitucionalmente”, planteó el mendocino.

El rol de Posse y su participación en la negociación por la Ley Ómnibus

A pesar de su bajo perfil, el jefe de ministros trabaja en las sombras con un gran despliegue de poder a fin de dar garantía a los principales objetivos del Gobierno. Entre quienes lo frecuentan cuentan que “tiene 80 mil quilombos por día a los que se les suman otros 80 mil más por minuto”.

A diferencia de otros en su rol, relegó la tarea de vocero en el titular de la cartera de Interior, Guillermo Francos, y se encargan estrictamente de avanzar en el ambicioso plan de desregulación de la economía.

Posse se jacta de haber pasado la motosierra en profundidad en su “raviol” y saca chapa de que la Jefatura de Gabinete de Ministros se transformó en el área que aplicó mayores recortes. Tanto es así que tras la salida de Armando Guibert, la Secretaría de Transformación del Estado y Función Pública se disolvió y su función fue absorbida por dos secretarias existentes.

El ingeniero industrial forma parte del segundo círculo de extrema confianza del Jefe de Estado, a quien conoce desde tiempos de Corporación América, detrás del asesor y estratega Santiago Caputo y la propia Karina Milei.  

Con el 17 de abril como horizonte para enviar el nuevo proyecto de ley con intenciones de ser tratado el 24 en el recinto, el jefe de ministros forma parte de los funcionarios que acuerdan con los actores en búsqueda de apoyos. 

En la nueva etapa abierta con los gobernadores, y en un cambio sustancial luego de las primeras negociaciones por la ley, Posse sumó minutos y estrechó vínculos con los mandatarios provinciales, impulsando así su figura y resaltando su perfil político.

De esta forma, enumeró ante los gobernadores de todos los colores, en una reunión que encabezó en Casa Rosada el 10 de marzo, los ejes que el Gobierno no estaba dispuesto a negociar camino al Pacto de Mayo.

A pesar de las críticas de los representantes de las provincias, allegados a Posse aseguran que el funcionario guarda especial confianza en los tiempos programados y por sobre todo en los acuerdos estrechados.