El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, respondió hoy al secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, al señalar que es la Nación la que manifiesta «desidia» en la prevención de los accidentes, al no sancionar a las empresas que incurren en infracciones.
Schiavi declaró ayer que el aporte del gobierno porteño es «mínimo» a la política de seguridad vial, dijo que sus funcionarios «se van por la tangente» y que no colaboran «poniendo más gente».
Macri, por su parte, afirmó que «así es» cuando se le refirió, por radio Continental, que los choferes de colectivos alcoholizados, que son detectados por los controles porteños, luego no se traducen en sanciones del gobierno nacional a las empresas.
«Hacemos controles y encontramos este tipo de situaciones, lo que parece increíble, sobre todo cuando hablamos de colectivos de larga distancia», cuestionó el jefe comunal, sobre la supuesta inacción de la esfera nacional.
«Es preocupante -insistió Macri- y asusta por los niveles de accidentes que hay que en las rutas.» Al respecto, el titular del PRO concluyó que «para mí es desidia, no complicidad» del gobierno nacional con las empresas de transporte, al no castigar las infracciones, según esta denuncia.
Ayer, Schiavi destacó que el gobierno implementó una política de seguridad vial «que está dando buenos resultados, producto de un trabajo conjunto con las provincias, las fuerzas de seguridad, la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte».
Sin embargo, hizo hincapié en que el gobierno de la Ciudad «hace un aporte mínimo a esta política de mayor seguridad vial», ya que, según dijo, «siempre se va por la tangente, en vez de aportar a una solución y colaborar poniendo más gente de control».