El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, anunció hoy que le pidió a sus abogados que tramiten la posibilidad de «ir lo más rápido al juicio oral» en el caso de escuchas ilegales, dijo que no pedirá licencia y se manifestó «dolido» por los dichos de su padre, Franco Macri, que desvinculó al kirchnerismo de la causa.
Macri aseguró estar «absolutamente tranquilo» a pesar de la confirmación de su procesamiento por parte de la Cámara Federal capitalina, que calificó de «mamarracho jurídico», y manifestó que «no hay ningún tipo de probabilidad de que tome licencia. Voy a seguir trabajando en lo mío como lo he hecho desde el primer día. Para eso me han elegido».
Durante una conferencia de prensa ofrecida en el Salón Blanco del Palacio de Gobierno metropolitano, remarcó que pidió a sus abogados «que vean la posibilidad de que pudiésemos ir lo antes posible a la forma más transparente que existe para que esto se dirima, que se sepa la verdad, que es el juicio oral, que sería lo más transparente».
«Que se hable de esto en detalle a la luz del día, frente a la opinión pública, y que quede en evidencia que realmente no existe nada, salvo una maniobra política transformada en causa judicial», continuó.
En ese sentido, dijo que «este nuevo fallo repite lo anterior, la suma de falsedades, incoherencias con ningún tipo de prueba. Diría que estamos bastante mejor».
Reconoció que «lo que realmente me tiene muy preocupado» es «que se ha ido profundizando una forma de ejercer el poder por parte del kirchnerismo, para agredir, descalificar, destruir opositores va echando mano a cualquier instrumento que tenga dentro del Estado».
Añadió que «Néstor Kirchner logra que el mismo juez que le da impunidad para enriquecerse administrando el Estado es el que inicia esta causa sesgada, direccionada desde el primer momento para involucrarme a mí personalmente como Jefe de Gobierno en lo que él llama una asociación ilícita. Ahora se suman tres camaristas (Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah) que se hacen cómplices de este accionar».
Macri denunció que «Farah es un hombre puesto por Javier Fernández, el operador ‘estrella’ de Kirchner para este tipo de cosas. Cabía la duda sobre qué iban a hacer los otros dos camaristas, si iban a defender la verdad o no».
«Lamentablemente habrá que preguntarse qué cosas tan malas habrán hecho estos camaristas, que los haya llevado a adherir a un mamarracho jurídico como éste, en el que no hay una sola prueba que sostenga el conjunto de palabras que aquí se relatan», prosiguió.
Agregó que «acá no se ha cometido ningún delito por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ni por parte de mi persona, y vamos a seguir trabajando en la tarea que corresponde a nuestra gestión diaria, para la que hemos sido elegidos».
Cuando se le preguntó cómo tomó los dichos de su padre Franco, quien aseveró que «pondría las manos en el fuego» para confirmar «que el Gobierno (nacional) no tienen nada que ver» con la causa contra su hijo, contestó: «Las declaraciones de mi padre afectan desde otro lugar, es un tema que debo confesar que me ha dolido. Por respeto a mis hijos, lo que le tenga que decirle a mi padre se lo voy a decir personalmente».
Por otra parte, le advirtió a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que «hay que ser coherente», al cuestionar su postura en relación a la causa por las escuchas ilegales por la cual está procesado judicialmente.
«Hay que ser coherente, es muy importante ser coherente en la vida», sentenció Macri, y subrayó que «si ella dijo que el dictamen de (Norberto) Oyarbide era un mamarracho, este es 95 por ciento igual y el 5 por ciento de diferencia es más mentiras».