La Iglesia advirtió que la pandemia pone en evidencia "una gran desigualdad e inequidad"

La Iglesia advirtió que la pandemia pone en evidencia "una gran desigualdad e inequidad"

"Vivimos en un mundo en que la pobreza más desgarradora", dijo monseñor Oscar Ojea.

“Vivimos en un mundo en que la pobreza más desgarradora”, dijo monseñor Oscar Ojea.

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, afirmó este lunes que la pandemia de coronavirus que afecta “a toda la humanidad ha puesto de manifiesto una gran desigualdad e inequidad“, y exhortó a “detenerse y pensar profundamente en un cambio de rumbo que conduzca a una nueva humanidad”.

Y señaló que “no podemos ser ciegos a esto, vivimos en un mundo en que la pobreza más desgarradora, como dice el papa Francisco en su libro ‘Soñemos Juntos’, convive con la riqueza más inconcebible”.

El titular de la CEA habló al inaugurar la “Semana Social 2021: Soñemos con una humanidad nueva“, en la que dirigentes pastorales, sociales y empresarios debatirán hasta el jueves próximo temas como alimentación accesible, conectividad y reactivación económica, ente otros puntos.

Ojea manifestó durante un acto realizado en forma virtual que “al comienzo de la cuarentena nomás hemos podido comprobar que en muchas regiones de nuestro país no se podía vivir el distanciamiento social, que había manos que no se podían lavar por falta de agua y cloacas, distancias que no podían tomarse por las condiciones de la vivienda en muchos sectores de nuestra patria”.

Dijo que “luego se fue revelando que la pandemia iba acompañada por otra pandemia: el aumento de la pobreza, la falta de trabajo y la acechanza siempre vigente del hambre”.

Y enfatizó que ante estas circunstancias “no podemos darle la espalda a tanto dolor, a tantos hermanos y hermanas con el dolor de haber pedido seres queridos”.

Otro efecto de la pandemia, apuntó, fue “el aumento en el consumo de drogas”, una adicción que es “el símbolo más claro de que vivimos una cultura evasiva, que huye de la realidad” para no “mirarla de frente”, y resaltó la necesidad de “luchar para no alejarnos de la realidad, abrir los ojos y tocar el sufrimiento, superando el narcisismo, el desánimo, la queja y la tristeza para recontactarnos con el mundo real, con nuestros hermanos”.

Para el papa Francisco, “nos encontramos ante una nueva oportunidad para mejorar cualitativamente la convivencia social, para combatir el hambre y el cambio climático, la violencia generalizada”, para lo cual “se impone un cambio cultural que nos permita salir de la cultura del descarte, y vivir la cultura del servicio”, dijo el presidente de la CEA.

Ojea exhortó a “detenernos y pensar profundamente en un cambio de rumbo que nos conduzca a una nueva humanidad”.

Al aludir al libro “Soñemos Juntos”, como fundamento doctrinario de la Semana Social, precisó que en la obra el Pontífice sostiene que “los sueños no tienen que ver con lo ilusorio, sino que son el primer gran paso para la concreción de realidades y de propuestas concretas”, como fruto “contundente” de la “alianza y el compromiso de la Iglesia con las comunidades vulnerables de la región, en su lucha por la dignidad y los derechos humanos”.

"Es "una urgencia social encontrar una alimentación accesible para todos", dijo monseñor Jorge Lugones.

“Es “una urgencia social encontrar una alimentación accesible para todos”, dijo monseñor Jorge Lugones.

Por su parte, el titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones, señaló que la pandemia fue “particularmente virulenta con la población más vulnerable” y la calificó como “una calamidad que golpea sobre una sociedad ya castigada por el hambre, la desocupación y la pobreza”, problemas que “venían de una situación prexistente muy delicada” en lo económico y en lo social.

Dijo que es “una urgencia social encontrar una alimentación accesible para todos, entendiendo que estamos en una coyuntura donde la creatividad de todos debe ayudarnos recíprocamente”, junto con “un acceso digno al trabajo” para superar el “asistencialismo”, porque contribuye “a la dignidad de las personas y genera una sensibilidad social”.

Lugones reflexionó además sobre los alcances de Internet, que “se volvió esencial” en la pandemia, ya que “ha cambiado el modelo de producción de conocimiento, y de intercambio social”. Y alertó sobre la “exclusión” que produce la desigualdad en su acceso, al tiempo que recordó la advertencia del papa Francisco sobre “el poderío tecnológico que nos pone en nueva encrucijada” porque redefine “la economía y la comunicación”.

Tras la apertura, se realizó un panel sobre el tema “Alimentación accesible para todos, una urgencia”, del que participaron el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja; el extitular de la Sociedad Rural Argentina (SRA) Daniel Pellegrina, la presidenta de la Fundación Familia, María Inés Cafiero, y el titular de la diócesis Merlo-Moreno, monseñor Fernando Maletti.

Mañana, a las 18:30, se efectuará el segundo panel acerca de “Conectividad, un derecho humano”, en el cual se reflexionará sobre la posibilidad de acceso a Internet que se volvió esencial en este tiempo, y en el que intervendrán Ariel Graizer, Alfredo Moreno, Gustavo Berligieri, Gustavo López y monseñor Jorge Lozano.