Israel pidió el sábado a los palestinos de más zonas de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, que evacuaran y se dirigieran a lo que denomina una zona humanitaria ampliada en Al-Mawasi, en un nuevo indicio de que el ejército sigue adelante con sus planes de ataque terrestre contra Rafah.
En una publicación en la red social X, un portavoz militar también requirió a los residentes y desplazados de la zona de Yabalia, en el norte de Gaza, y de otros 11 barrios del enclave que se dirigieran inmediatamente a lugares situados al oeste de la ciudad de Gaza.
El Ministerio de Sanidad palestino indicó que al menos 37 palestinos, 24 de ellos de zonas centrales de Gaza, murieron en ataques aéreos durante la noche en todo el enclave, incluida Rafah.
«Lanzaron octavillas en Rafah y dijeron: de Rafah a al-Zawayda es seguro, la gente debe evacuar allí, y lo hicieron, ¿y qué ha sido de ellos? ¿Cadáveres desmembrados? No hay ningún lugar seguro en Gaza», declaró a Reuters Khitam Al-Khatib, que señaló haber perdido al menos a 10 de sus familiares en un ataque aéreo contra una casa familiar a primera hora del sábado.
Al-Zawayda es una pequeña localidad del centro de la Franja de Gaza que se ha visto abarrotada por miles de desplazados de todo el enclave.
El ejército israelí dijo que su aviación había atacado decenas de objetivos en toda la Franja durante el último día, y añadió que sus tropas terrestres habían eliminado a combatientes en Zeitoun en las últimas horas.
Un ataque aéreo israelí mató al menos a siete personas en una casa de la localidad de Beit Lahiya, en el norte de la Franja de Gaza, todas de la misma familia, según informaron los médicos.
En Rafah, los residentes afirmaron a Reuters que las nuevas órdenes de evacuación del ejército israelí abarcaban zonas del centro de la ciudad y dejaban pocas dudas de que Israel planeaba ampliar allí su ofensiva terrestre.
«La situación es muy difícil, la gente está abandonando sus casas presa del pánico», declaró Khaled, de 35 años, residente del barrio de Shaboura, una zona donde se han emitido las nuevas órdenes de evacuación.
El ejército israelí afirmó que proseguía su actividad operativa contra combatientes de Hamás en el este de Rafah y en el lado gazatí del paso fronterizo de Rafah.
A pesar de la fuerte presión de Estados Unidos y de la alarma expresada por residentes y grupos humanitarios, Israel ha dicho que seguirá adelante con la incursión en Rafah, donde más de un millón de desplazados han buscado refugio durante la guerra de siete meses.
Los tanques israelíes tomaron el viernes la carretera principal que divide las zonas oriental y occidental de Rafah, rodeando de hecho la parte oriental en un asalto que ha provocado que Washington retrase la entrega de parte de la ayuda militar a su aliado.
Israel afirma que no puede ganar la guerra sin erradicar a los miles de combatientes de Hamás que cree desplegados en Rafah.
Unos 300.000 gazatíes se han desplazado hasta ahora hacia Al-Mawasi, según estimaciones militares israelíes publicadas el sábado.
La guerra fue desencadenada por un ataque dirigido por Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre en el que murieron unas 1.200 personas y más de 250 fueron tomadas como rehenes, según los recuentos israelíes.
La operación militar israelí en Gaza ha matado a cerca de 35.000 palestinos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Los bombardeos han asolado el enclave costero y provocado una profunda crisis humanitaria.
(Información de Maytaal Angel en Jerusalén y Nidal al-Mughrabi en El Cairo; Información adicional de Hatem Khaled en Gaza; Edición de Mark Potter y Frances Kerry, Editado en español por Juana Casas, Reuters)