Fue una madrugada violenta en el barrio de Liniers. El Gobierno porteño quiso cumplir con una orden de desalojo de puestos de venta callejeros ubicados junto a la estación de trenes de esa zona y ante la resistencia de los puesteros, se produjeron serios incidentes.
Todo terminó con dos efectivos de la Policía Metropolitana heridos y cuatro personas que fueron detenidas, en medio de la gresca, empujones y piedrazos que volaron en la zona.
Según lo señalado por el Gobierno porteño, los incidentes se iniciaron poco antes de la medianoche y estallaron con fuerza ya entrada la madrugada. Todo comenzó cuando los uniformados se presentaron en los terrenos -aledaños a la estación de trenes- para cumplir con una orden de desalojo.
Con el correr de las horas, comenzó a crecer la tensión, por lo que, alrededor de la 1 de la madrugada, los puesteros se opusieron a la medida arrojando objetos contundentes y haciendo fogatas sobre la avenida Rivadavia, a metros del cruce con la General Paz.
Esto desató una serie de forcejeos y enfrentamientos entre puesteros y policías que terminó con dos uniformados heridos y cuatro personas detenidas.
Luego, las topadoras trabajaron sin pausa en la demolición de los 20 locales que había en el lugar y que, según los puesteros, contaban con la habilitación pertinente y alquilaban por un valor de 3.000 pesos mensuales.