Sus revelaciones causaron un revuelo sin precedentes en todo el mundo hace apenas unos días. Y ahora llega una consecuencia que venía madurando: el ahora famoso fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue detenido por la policía británica. La orden de detención fue emitida por Suecia, ya que se acusa a Assange de presunta violación.
Pese a la noticia, desde su portal se anunció que continuará la difusión de los cables secretos de la diplomacia de los Estados Unidos, que han enfurecido a las autoridades de ese país.
Assange, un australiano de 39 años, en cuya página está publicando miles de documentos diplomáticos confidenciales norteamericanos, quedó formalmente detenido al presentarse ante la policía en Londres. Está acompañado por su abogado desde el momento de la detención, según se indicó.
En un comunicado, la Policía británica señaló: «Agentes de la unidad de extradiciones de la policía metropolitana han arrestado esta mañana a Julian Assange en nombre de las autoridades suecas por sospecha de violación».
En ese pedido de la fiscalía sueca, se señala «un cargo de coerción ilegal, dos cargos de acoso sexual y un cargo de violación, todos ellos presuntamente cometidos en agosto de 2010».
Enseguida hubo repercusión en los Estados Unidos, que considera al fundador de Wikileaks como su enemigo número uno. «Parece una buena noticia», señaló a la prensa el secretario de Defensa del gobierno de Barack Obama, Robert Gates.