Venezuela continuaba en tensión, luego de que el presidente interino y electo, Nicolás Maduro, y el líder de la oposición, Henrique Capriles Radonski, cruzaran graves acusaciones, pese a que no volvieron a registrarse episodios significativos de violencia como los del lunes, donde hubo 7 muertos, y a que los adversarios del gobierno suspendieron una marcha a la que habían convocado para mañana.