Si algo le faltaba a Norcorea para humillar a su hermano del Sur era lanzar una crítica machista contra la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, hija de un dictador comunista.
Si algo le faltaba a Norcorea para humillar a su hermano del Sur era lanzar una crítica machista contra la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, hija de un dictador comunista.