El portero que está preso por el crimen de la mujer que murió asfixiada durante un robo en su departamento de Palermo dijo ante la jueza que es inocente, pero quedó comprometido por no contarle a la Policía que había hecho ingresar al edificio a una de las presuntas asesinas y porque recibió cuatro llamadas de la mucama que está prófuga.