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La izquierda chilena conmemoró el 50° aniversario del golpe de Estado de 1973, reivindicando la figura del expresidente comunista Salvador Allende. El país atravesó la peor crisis económica y social de toda su historia durante los años en los que el socialismo tomó las riendas del país.

En un acto con un total de 1.000 invitados, el presidente chileno Gabriel Boric conmemoró el 50 aniversario del golpe de Estado que derrocó al Gobierno de Salvador Allende, en hecho que se produjo en el contexto de la peor crisis económica y social de la historia del país.

El acto no se limitó a recordar el golpe, sino que también reivindicó abiertamente la figura y las ideas de Allende, aquellas que llevaron al país al colapso. Lo que podría haber sido un acto meramente institucional, se convirtió en un hecho sectario y protagonizado solamente por los grupos de la izquierda.

Para el 11 de septiembre de 1973, probablemente muchas y muchos de nosotros no estábamos vivos. Sin embargo, lo que pasó hace 50 años y se prolongó durante 17 años de dictadura, es una herida que no ha terminado de sanar. pic.twitter.com/1ZGppi7snI

— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) September 11, 2023

Así colapsó la economía de Chile durante el Gobierno de Allende

El Gobierno de Allende llegó al poder con la promesa de “socializar” la economía, y un diagnóstico completamente estrafalario de la situación económica que se presentaba en el año 1970.

El ministro de Economía de Allende, Pedro Vuskovic, un “brujo de la economía” análogo a José Ber Gelbard en Chile, implementó lo que se dio a conocer como “Plan Vuskovic” que implementaba una masiva socialización.

Estatización de los recursos minerales del país, siendo el cobre el más importante de éstos

Estatización de todos los bancos extranjeros operativos en Chile

Estatización de la mayor parte de los bancos chilenos y de miles de empresas privadas

Reforma agraria y redistribución forzosa de tierras a militantes comunistas

Drástico aumento del gasto público y una masiva emisión de dinero para financiarlo, anulando la poca independencia que le quedaba al Banco Central

Reforma tributaria que llevó a la tasa máxima del impuesto a las Ganancias al 80% para personas físicas

Masivo congelamiento de precios sobre una amplia gama de productos, las empresas fueron forzadas a pedir permiso por cada aumento que quisieran disponer

Estricto control de cambios, que llevó a un fuerte atraso del segmento oficial del dólar con respecto a la inflación, y el estallido de la paridad en el mercado paralelo

Ultra-proteccionismo: El arancel aduanero promedio aumentó al 105% y el máximo hasta el 750%

La inflación cayó del 35,3% interanual en noviembre de 1970 al 15,5% en septiembre de 1971, durante los primeros 10 meses de aplicación del programa, pero el “verano cambiario” terminó rápidamente y la represión financiera se volvió completamente imposible de administrar.

A finales de ese año, Fidel Castro visitó Chile por tres semanas, donde junto a Allende declararon públicamente que “la revolución socialista había sido exitosa en Chile”. Durante su estadía, recorrió todo el país por casi un mes, donde se tuvieron que esconder los primers signos de desabastecimiento, en especial de azúcar.

Según reportaron años después fuentes cercanas a Allende, el líder comunista le manifestó en privado que había visto que estaban empezando a tener desabastecimiento y que le recomendaba “abandonar la vía pacífica” de la revolución. Cabe recordar que Allende fue hasta ese momento el primer político comunista del mundo que llegaba al poder por la vía democrática e institucional.

Las políticas de Allende destruyeron completamente las finanzas del Estado chileno. El déficit del Gobierno central escaló del 1,4% del PBI en 1970 al 8,1% en 1971, casi un 12% en 1972, y para el año 1973 el desequilibrio llegó al 23% del PBI, el resultado más elevado de la historia de Chile. 

Evolución del déficit fiscal de Chile entre 1930 y 1973.

El Banco Central proveyó asistencia monetaria directa para financiar los gastos corrientes del Gobierno, y precipitó una violenta expansión de la oferta monetaria. Esto condujo al desastre inflacionario.

Para inicios de 1972 el desabastecimiento ya cubría la totalidad de los productos básicos en todo el país y no podía ocultarse más de los medios. Los productos que aún permanecían en las góndolas mantenían aumentos a un ritmo del 6% mensual. Para el mes de abril, la inflación ya había alcanzado el 38%, perdiendo así lo poco que había conseguido por el “Plan Vuskovic”.

El Gobierno comunista respondió por medio de la creación de las Juntas de Abastecimiento y Control de Precios, cuya función principal fue el racionamiento de productos y el monitoreo de los precios “oficiales” fijados por el Estado, de la misma manera que en cualquier economía socialista de la época.

Los resultados fueron catastróficos. La represión a la inflación solo masificó las góndolas vacías en comercios y supermercados, así como la proliferación de mercados alternativos para la subsistencia. Pero aún así, la inflación no pudo controlarse.

Ese año Chile entraría en su primera espiral hiperinflacionaria: los precios se dispararon un 22,7% en agosto de 1972, un 22,2% en septiembre y un 15,2% en octubre. Para el mes de diciembre la tasa de inflación interanual se ubicaba por encima del 163%, casi cinco veces más que la inflación recibida en 1970.

En 1973, Chile estaba bajo la peor crisis económica, inflacionaria y humanitaria de su historia. Los precios aumentaron un 10,2% en abril, 19,4% en mayo, 15,7% en junio, 17,1% en agosto y 16,9% en el último mes de gestión de Allende. El país había perdido su capacidad de producir comida y la producción de cobre se había desplomado por culpa de las estatizaciones.

Tasa de inflación de Chile entre 1960 y 1973.

El mandato de Allende finalizó con una tasa de inflación interanual 286,1% sobre los precios oficiales, pero se debe tener en consideración que la economía sufría de un importante problema de sobrante monetario que escondía una tasa de inflación muchísimo mayor, sin mencionar la gran distorsión sobre precios relativos (tarifas de servicios públicos atrasadas, salarios reprimidos artificialmente, tipo de cambio oficial atrasado, etc).

Por estas razones, el IPC se disparó más de un 87% en octubre de 1973 cuando se sinceraron los precios y la tasa de inflación oficial cerró el año por arriba del 500%, todo esto bajo un nuevo Gobierno. Los salarios reales, que se habían recompuesto en una primera etapa del proceso hasta el primer trimestre de 1971, rápidamente sufrieron los efectos de la dramática inflación. 

Las juntas reguladoras y los controles de precios poco y nada pudieron hacer para contener tan siquiera los precios oficiales, y mucho menos los precios que se fijaban en el mercado informal. 

El Gobierno anunció un aumento generalizado de suma fija sobre los salarios al cabo del primer trimestre de 1973, pero la medida fue completamente inútil y para el tercer trimestre de ese año el salario real había acumulado una pérdida del 45,4% con respecto al año 1970.

Índice de salario real en Chile entre 1967 y 1973.

La actividad económica sufrió una fuerte recesión de la cual Chile no se recuperaría sino hasta 1978. El PBI mantuvo un débil crecimiento hasta el tercer trimestre de 1972, y posteriormente se desplomó casi un 3% en el tercer trimestre de 1973. El ingreso per cápita real se desplomó un 4,4% en el mismo período. El programa que se proponía “desarrollar” el país había sido un fracaso estrepitoso.

El cepo cambiario y el atraso real de la paridad oficial con el dólar, que se mantuvo relativamente fija entre noviembre de 1970 y abril de 1973 (con ligeras devaluaciones puntuales), provocó una galopante crisis de balanza de pagos que hacía imposible el uso de divisas para afrontar importaciones básicas con las cuales poder sostener el nivel de actividad y atender a la población (como por ejemplo los insumos médicos).

Completamente aislado en una crisis humanitaria sin precedentes, luego de que sus socios en la Democracia Cristiana le soltaran la mano, y con una Unión Soviética debilitada por la política exterior de Nixon en Estados Unidos, Allende intentó romper con el Congreso.

El 23 de agosto de 1973, el Congreso lanzó un comunicado oficial que declaraba el “grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la república”, punto donde muchas personas aseguran que fue el verdadero momento donde Chile perdió la democracia ese año, en manos del Partido Socialista de Chile.