El candidato del kirchnerismo afirmó que el valor del dólar es el que fija el Banco Central, a pesar de que ningún ciudadano del país puede conseguirlos a esa paridad artificial. El modelo cambiario de Massa vació de reservas al Banco Central y prepara una bomba devaluatoria para fin de año.
Sergio Massa volvió a mentirle a la sociedad argentina, esta vez afirmando sin escrúpulos que el dólar vale $350 pesos. Esta paridad la fija el BCRA para el segmento mayorista del mercado cambiario oficial, establecida desde la segunda semana de agosto. Pero lo cierto es que este no es el valor del dólar, si no que es un precio al que solo pueden acceder algunas empresas para financiar importaciones con un subsidio del Estado.
La mayor parte de los ahorristas con empleo formal público o privado acceden al dólar MEP con una cotización en alrededor de $818, mientras que las empresas en general deben operar con dólar CCL a una cotización de casi $900.
Por otra parte, la gran mayoría de las personas que no pueden comprar dólares formales debido a las múltiples restricciones del Gobierno, deben recurrir al dólar paralelo, mejor conocido como dólar Blue, que osciló esta última semana entre $930 y $1.000. Todas estas paridades alternativas fluctúan en valores muy lejanos a los que señala Massa y la brecha supera el 100% para todo los casos.
La realidad es que no hay dólares a $350 como afirma el candidato del kirchnerismo, y el BCRA debe poner la diferencia cada vez que le permiten a un importador acceder a este valor. Este modelo implica una pérdida neta de reservas del Banco Central con cada importación, y gracias a este sistema de cepo cambiario, las reservas netas del Banco Central ya marcaron un rojo de hasta US$ 10.000 millones tras el último pago al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Massa asumió en agosto del año pasado cuando las reservas netas aún llegaban a los US$ 1.000 millones, pero ha quemado ya US$ 11.000 millones negativos netos en lo que va de su gestión. Esto lleva a que la autoridad monetaria tenga cada vez más problemas para financiar las operaciones de importación con proveedores en el exterior, precisamente porque no hay dólares a 350 pesos.
Esta es una de las razones por la que la Argentina atravesó casi 10 días de escasez de nafta a nivel nacional, debido a que no había dólares a 350 pesos para importar el combustible faltante, y el gobierno de Massa no tenía más dólares para subsidiar este precio.
La deuda comercial por operaciones postergadas con proveedores extranjeros ya se acerca a los US$ 54.000 millones, una suma prácticamente similar a la deuda que tiene el Estado nacional con el FMI. Supera ampliamente el promedio histórico de los últimos 6 años.
La política económica de los últimos meses congeló el tipo de cambio oficial desde la segunda semana de agosto, pese a que la tasa de inflación mensual fue del 12,4% en agosto, 12,7% en septiembre y por encima del 10% en octubre. Todo esto retrasó increíblemente la paridad cambiaria en términos reales, llevándola a los niveles más bajos desde diciembre de 2017.
Los bancos internacionales esperan una devaluación de entre 60% y 150% para fin de año. El Bank of America fue una de las instituciones más enfatizó la posibilidad de una pronto devaluación, estimando un salto del 85% sobre el dólar oficial después de las elecciones.
Todo lo que el Gobierno se negó a corregir durante el período electoral para favorecer la competitividad de Sergio Massa, lo deberá afrontar después de las elecciones con un elevado costo social e inflacionario para el país.