Luego de que el fiscal de Milán solicitara el procesamiento del premier italiano Silvio Berlusconi por mantener relaciones sexuales con menores, Il Cavalieri admitió que es «un pecador». Asimismo, también dijo ser víctima de una campaña de desprestigio basada en «investigaciones burlescas, propias del espionaje de la película ‘La vida de los otros’ que tenía lugar en la Alemania comunista».
En tanto, Berlusconi enfatizó que el juicio al que puede ser sometido es «una farsa» y que los fiscales de Milán son «un asco y una vergüenza que enfangan Italia». Al respecto remarcó que la investigación de los magistrados «viola la ley, porque va contra el Parlamento y porque la Fiscalía de Milán no tiene competencia territorial ni funcional» para procesarle.
En cuanto a su intervención ante la detención de la joven marroquí Ruby, el primer ministro explicó que lo hizo «porque estaba preocupado por un incidente diplomático internacional». Asimismo, aseguró que «todo son cosas inventadas, y me disgusta porque estas cosas ofenden la dignidad del país y echan fango sobre Italia».