Tironearon tanto que un día la soga se cortó. Y ahora parece no haber gente dispuesta a reanudar el delgado hilo que unía a Mauricio Macri con Felipe Solá. El ex gobernador bonaerense ya piensa en su futuro alejado del jefe de Gobierno porteño, pues cree que el escándalo de las escuchas telefónicas le costará a este último una considerable baja en su imagen positiva. Y mientras Macri define cambios en su gabinete, en los pasillos legislativos corre como agua el rumor de que estaría acordado entre los peronistas disidentes que quien presidirá ese bloque en la Cámara baja será nada menos que el propio Solá.
