Un total de 22 automóviles fueron secuestrados a conductores que no pasaron el test de alcoholemia, en el marco del amplio operativo de controles vehiculares dispuesto en la Capital Federal durante la madrugada de Año Nuevo.
Como consecuencia del fuerte control implementado por el gobierno porteño para evitar que los conductores alcoholizados manejen por las calles ciudad, un total de 22 personas sufrieron el acarreo de sus vehículos tras dar positivo el test de alcoholemia.
Según se informó, hubo un total de 15 puestos y 500 controles en la Capital Federal, de los cuales 22 dieron positivo, lo que significa que tenían más de 0,5 gramos de alcohol en sangre.
A su vez, indicaron que los casos más resonantes fueron dos, donde los conductores tenían más de 2,5 gramos de alcohol en sangre.
El Ministerio de Justicia de la Ciudad, a través de la Dirección de Seguridad Vial, dispuso de una centena de agentes de control de tránsito para llevar a cabo controles de alcoholemia en la madrugada de Año Nuevo