El destituido juez misionero José Luis Rey, que llevaba varios días prófugo de la Justicia en la causa por el espionaje en el Gobierno porteño, se entregó poco después del mediodía en el juzgado federal de Norberto Oyarbide.
Fuentes judiciales confiaron que el ex magistrado se presentó en compañía de su abogado defensor, Arturo César Goldstraj, quien ayer había anunciado que su cliente no comparecería hasta que obtenga garantías para su seguridad personal, para lo cual tramitó un pedido de exención de prisión.
No obstante ello, Rey afronta un pedido de captura nacional e internacional en su contra que había librado Oyarbide.
Mientras, el ex juez Horacio Gallardo, también involucrado en las escuchas telefónicas, permanece internado en un centro asistencial de Posadas y se espera que sea trasladado a Buenos Aires en las próximas horas, porque fue imposible concretarlo durante el fin de semana. Gallardo debía ser trasladado a Buenos Aires el sábado pasado, en un avión especial fletado por la Policía Federal, pero una avería en la máquina impidió el vuelo mientras que el domingo último no fue posible el viaje debido a que las malas condiciones meteorológicas frenaron el trámite. Rey y Gallardo fueron destituidos la semana pasada por un jurado de enjuiciamiento que los halló culpables de «falta de cumplimiento de deberes» inherentes a su cargo, por haber autorizado intervenciones telefónicas sin ningún tipo de control.