El economista Alejandro Werner, asesor del FMI, desmintió a Massa y lo acusó de mentirle a la sociedad. La investigación buscará analizar si el diseño técnico del programa en 2018 fue el más adecuado, y cómo se puede mejorar para después del balotaje.
El ministro Sergio Massa anunció en una entrevista con Luis Majul y luego en todas sus redes sociales que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le había confirmado que llevará a cabo una auditoría para investigar el uso de los US$ 45.000 millones que se desembolsaron en Argentina en el crédito Stand By de 2018.
En particular, el candidato kirchnerista resaltó que el FMI quiere investigar la “fuga de capitales” del ex presidente Mauricio Macri, entendida por Massa como que los empresarios argentinos sacan sus dólares del país sin pasar por el Banco Central.
Actualmente, como existe el cepo, cualquier salida de dólares del país debe pasar primero por el Banco Central, quien se queda con todas las divisas y luego elige cuántos pesos dar por cada dólar que se expropió.
Sin embargo, nada de lo que dijo Massa es cierto, y el ex director del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario y actual asesor del organismo, Alejandro Werner, tuvo que salir para desmentir a Massa. En una declaración, dijo que no existe tal auditoría en los términos en los que los explicó el ministro de Economía.
En sus palabras, el FMI entiende perfectamente que los fondos se utilizaron para cancelar compromisos anteriores en medio de la detención súbita de capitales y la falta de financiamiento externo, luego de que se cayera el programa económico de Macri por la intervención del Banco Central en 2017.
En otras palabras, los recursos del préstamo se utilizaron para cubrir necesidades de financiamiento del gasto corriente, y en su gran mayoría para pagar vencimientos de deuda pasados. Y no para lo que se entiende como “fuga” de capitales.
Paradójicamente, la política del Gobierno encabezado por Massa se acerca más a la definición de “fuga de capitales”, ya que el Banco Central despilfarra millones de dólares todos los meses para intervenir la cotización del MEP y el CCL, y poder “distribuir” los dólares entre sus amigos.
Werner confirmó de manera cabal que el FMI no llevará ninguna auditoría para relevar cómo se utilizaron los US$ 45.000 millones, y mucho menos verificar la idea absurda de una “fuga de capitales”. Tampoco se llevará a cabo ninguna auditoría para investigar las acciones del expresidente Macri, ya que todo esto nuevamente carecería de cualquier fundamento serio.
Lo que hará el Fondo Monetario es una auditoría más bien técnica, para determinar si el diseño económico del plan fue el correcto para la situación que atravesaba Argentina por aquel entonces, o si hubiera sido conveniente aplicar otra estrategia en su lugar.
Esta es una auditoría que el FMI lleva a cabo regularmente para los préstamos que otorga, y busca encontrar áreas de mejora en las decisiones que toma. De hecho, fue gracias a estas auditorías en otros países que se decidió que para Argentina en 2018, se prestaría el dinero sin condicionamientos de ajuste o de privatización de empresas públicas, como históricamente el organismo exige en otros países.
Por otra parte, la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del FMI también buscará trazar un sendero de acción para los próximos meses, posiblemente rediseñando el programa actual para adaptarlo a los criterios de los nuevos candidatos y del proceso electoral que finalizará con el balotaje el próximo domingo 19 de noviembre.
“Por eso el Fondo seguramente pida acciones concretas para seguir adelante, o un nuevo programa que sustente sus nuevas políticas“, aclaró Werner. “Si ganara Milei sería diferente, seguramente un sistema de reformas estructurales más profundo de lo que hayamos visto hasta ahora“.
“Si ganara Milei podríamos esperar una mayor contundencia fiscal, y en la parte monetaria, será interesante ver la propuesta de La Libertad Avanza dado su idea de dolarización y cómo esto encaja con nuestro programa”, finalizó.
Esto quiere decir que la auditoría, en vez de investigar a Macri o la “fuga de capitales”, en realidad es un signo de que el FMI se prepara para apoyar reformas estructurales en el caso de que Javier Milei resulte victorioso en la segunda vuelta, mientras que tratará de contener el avance de los desequilibrios monetarios y fiscales en caso de que Massa resulte vencedor.
Según la opinión del ex director del Fondo Monetario, una posible evaluación que podrá hacerse del programa Stand By de 2018 será la revisión de las metas fiscales y sobre los agregados monetarios. También podría analizarse el modo en que se reestructuró la deuda en el año 2020 (una tarea que llevó a cabo Martín Guzmán), y si hubiera sido conveniente o no haberlo hecho en 2019.