Florencio Randazzo aseguró que Néstor Kirchner debe dejar su banca en la Cámara de Diputados, tras la asunción en la UNASUR. «Es una decisión personal de él» pero «debería hacerlo», dijo el ministro de Interior. En rol de virtual vocero del ex presidente, Randazzo estaría anticipando con estas declaraciones el próximo paso del patagónico ante la embestida de la oposición, que ya analiza la incompatibilidad de cargos. El plan B es pedir licencia a la «fuerza».
«Que un ex presidente argentino sea elegido por 12 presidentes por unanimidad, hace que uno se sienta orgulloso, no como peronista sino como argentino», enfatizó el funcionario, pero se lamentó por la reacción de los legisladores anti-K que presentaron en la Cámara baja una moción de repudio al nombramiento. «Es una lástima para la Argentina tener este nivel de oposición con tanta mezquindad», subrayó en declaraciones radiales, y agregó: «Esto marca la actitud de la oposición en este momento».
El rechazo de la oposición contra la votación unánime de los 12 países miembros del organismo comenzó con afirmaciones públicas negativas y prosiguió con la presentación en Diputados de un proyecto de declaración del legislador de la Coalición Cívica Fernando Iglesias para repeler la elección.
Pero además el peronista disidente Alfredo Atanasof convocó a la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto para analizar la existencia de una incompatibilidad de cargos. Los diputados deben tratarán la ratificación local del tratado constitutivo de la Unasur suscripto en Brasilia. En ese documento se establece que Kirchner deberá cumplir tareas con criterio de «exclusividad».
«Durante el ejercicio de sus funciones, el secretario general y los funcionarios de la Secretaría tendrán dedicación exclusiva, no solicitarán ni recibirán instrucciones de ningún gobierno, ni entidad ajena a la Unasur, y se abstendrán de actuar en forma incompatible con su condición de funcionarios internacionales responsables únicamente ante esta organización internacional», sostiene el artículo 10 del Tratado.
Esa «carta magna» firmada por la Argentina y otros siete países sudamericanos el 23 de mayo de 2008 aún no fue ratificada en la mayoría de los Parlamentos de la región, aunque ese debate no corre riesgo de ser trabado aquí ya que todos los bloques acompañan la membresía al foro. Habrá una ríspida discusión si Kirchner no decide renunciar, como le recomendó Randazzo.
El as en la manga es pedir a sus pares licencia pr dos años, lo que dura el mandato en UNASUR. Esa estrategia le garantizaría a Kirhcner un éxito seguro. Si la oposición no le concede el beneficio -como lo hizo con Estaban Bulrrich cuando lo designaron en el Ministerio de Educación porteño-, el ex mandatario recuperará su banca cuando deje la secretaría general. Pero si el frente anti-K le niegan esa posisibilidad, seguirá conservando el diploma de diputado nacional -y sus fueros- a la fuerza, aunque nunca vaya al Congreso.