Todo fue bronca, dolor, confusión, grirtos y corridas. Horas después de que dos jóvenes murieran en circunstancias que todavía no están claras, unos dos mil vecinos de la ciudad bonaerense de Baradero, ubicada a 150 kilómetros al noreste de la Capital Federal, protagonizaron una pueblada y causaron serios incidentes en distintos puntos al destrozar edificios públicos, entre ellos la sede comunal.
Durante los violentos episodios -que terminaron con buena parte de la sede de la Intendencia todalmente destrozada- un concejal de ese partido resultó herido al recibir un piedrazo en la cabeza y ocho policías también terminaron con escoriaciones menores.
Los incidentes se prolongaron durante varias horas, la fuerza policial de la comuna se vio desbordada por la magnitud que tuvo el descontrol popular y recién en la tarde de ayer se pudo normalizar la situación con el arribo de refuerzos de efectivos de Infantería y Gendarmería.
Todo había comenzado por la madrugada cuando dos adolescentes, Giuliana y Miguel, circulaban en moto sin casco y dos agentes de tránsito trataron de detenerlos para multarlos, pero los jóvenes escaparon. Según testigos, los inspectores se subieron a una camioneta y al llegar a la intersección de las calles Gallo y Belgrano impactaron contra la moto, lo que provocó que los chicos salieran despedidos con violencia.
La joven murió de inmediato, mientras que el muchacho falleció mientras era trasladado a un hospital cercano. Las primeras versiones señalaron que los dos inspectores se fueron del lugar, dieron una vuelta a la manzana y se hicieron presentes como si no supieran qué pasó, situación que enardeció aún más a los vecinos.