Renunció una de las juezas que en 1997 condeno al «abuelo», jefe de la barra de Boca

Renunció una de las juezas que en 1997 condeno al «abuelo», jefe de la barra de Boca

La jueza Elsa Aurora Moral, integrante del tribunal que en 1997 condenó a los principales referentes de la barra brava de Boca -entre ellos José Barrita, alias «el Abuelo»- por el crimen de dos hinchas de River tras un superclásico, renunció a su cargo a partir del viernes próximo.

El Poder Ejecutivo publicó hoy en el Boletín Oficial el decreto 1374/2010, por el cual aceptó la dimisión presentada por Moral con fecha 1º de octubre.

En mayo de 1997, como integrante del Tribunal Oral número 17, Moral dictó junto con sus colegas Isabel Poerio de Arslanian y Silvia Aráuz la condena a 13 años de prisión para «El Abuelo» por «asociación ilícita y extorsión» en prejuicio de los ex máximos dirigentes de Boca Antonio Alegre y Carlos Heller.

Barrita y otros integrantes de «La Doce», condenados a penas de entre 15 y 20 años de cárcel, llegaron a juicio oral por el asesinato, el 30 de abril de 1994, de Walter Vallejos y Angel Delgado, dos simpatizantes de River tras un superclásico disputado en La Bombonera.

La jueza Moral también fue parte del tribunal que, con otra formación (lo integraba el juez Carlos Bossi) condenó en 2005 a la «banda VIP de secuestradores» a penas de entre 4 años y medio y 20 años de prisión por una serie de secuestros ocurridos en 2002 en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano.

La última causa de relevancia en la que intervino la magistrada fue la instancia previa del juicio oral por la quiebra del Banco BCP, vinculado con la jerarquía católica.

En ese expediente, el 8 de setiembre pasado fracasó una declaración que debía prestar un testigo porque uno de los principales imputados, Francisco Trusso, no estuvo presente en la audiencia.

Además de Trusso, están imputados su hermano, Juan Miguel, y la ex mano derecha del fallecido cardenal Antonio Quarracino, monseñor Roberto Toledo.

En la causa se investiga una presunta defraudación por unos diez millones de dólares en contra de la mutual militar, que habría sido concretada mediante un préstamo fraguado al amparo de las supuestas vinculaciones de los banqueros con la jerarquía eclesiástica.

La jueza Moral dimitió para acogerse a los beneficios de la jubilación.