Por primera vez desde 1974, Gran Bretaña fue a elecciones y no ha surgido un parlamento con mayoría absoluta. En los comicios realizados ayer, ganaron los conservadores de David Cameron, pero sin los escaños necesarios para desalojar inmediatamente a los laboristas de Gordon Brown de Downing Street, el mítico lugar donde habitan los primeros ministros.
Los Tories (conservadores) disponen de 291 diputados en la Cámara de los Comunes, por lo que ya no pueden pretender matemáticamente a la mayoría absoluta de 326 de los 650 escaños de la cámara baja del parlamento.
Después de 13 años en el poder, los laboristas del desgastado primer ministro Gordon Brown totalizan 251 escaños, y no han ocultado su intención de tratar de aferrararse al gobierno buscando una coalición con los liberales demócratas de Nick Clegg, tercera fuerza política con 52 escaños.
Las otras formaciones y candidatos independientes lograron conjuntamente 21 escaños. Los resultados definitivos se anunciarán hoy por la tarde.
Cameron, de 43 años y renovador de un partido conservador que no ha vuelto a imponerse en unas elecciones desde 1992, dijo que el «gobierno laborista ha perdido su mandato para gobernar el país» en las urnas.
El líder Tory recibió poco después un inesperado respaldo de Clegg, quien estimó que tras su victoria en votos y en escaños los conservadores deberían tener la prioridad para tratar de formar gobierno estable.