La agencia calificadora de riesgo Moody´s advierte que la inflación seguirá subiendo en 2024 si no se adoptan medidas de estabilización de shock. Por su parte, la consultora Orlando Ferreres proyecta un violento salto devaluatorio para el año próximo.
Las estimaciones para el año 2024 son verdaderamente preocupantes, más aún descontando un escenario de inestabilidad y escasez de confianza en una eventual presidencia de Sergio Massa. El ministro de Economía y candidato por el kirchnerismo demostró no estar a la altura de aplicar ningún programa de shock para estabilizar los precios desde que asumió su cargo en agosto del año pasado.
La agencia calificadora de riesgo Moody´s publicó sus proyecciones para la economía argentina con vista al 2024, y anticipó que espera una tasa de inflación anual de por lo menos el 275%, 80 puntos porcentuales por encima de lo que se espera para el cierre de este año.
Se descuenta un escenario en el cual el dólar oficial deberá ajustarse violentamente por todos los retrasos acumualdos en la gestión de Massa, y lo mismo con el nivel de las tarifas de los servicios públicos, los precios regulados (prepagas, medicamentos, Precios Justos y combustibles).
“La economía argentina sigue desmoronándose y esperamos que se contraiga en 2023-24 en medio de una inflación galopante y un peso persistentemente sobrevaluado. La estabilización económica es cada vez más difícil de prever y dependerá crucialmente de las políticas del nuevo gobierno tras las elecciones de noviembre”, explica Moody´s.
El empate técnico que marcan muchas encuestas entre Javier Milei y Sergio Massa hacen casi imposible estimar el escenario político y económico para el futuro cercano. La estabilización de la economía no se puede prever, porque solo Milei tiene un programa contundente y de shock para erradicar la inflación. En cambio, Massa buscará profundizar los parches temporales siguiendo un modelo gradualista y heterodoxo.
Moody´s también proyectó que la actividad económica llegará a contraerse hasta un 2,5% en 2024, dando lugar así a dos años consecutivos de recesión y estanflación. El ingreso per cápita retrocedería a los niveles más bajos desde el estallido de la pandemia en 2020, incluso por debajo de los que había en 2019.
Por otra parte, la consultora Orlando Ferreres estima que el dólar oficial podría llegar a los $2.885 para diciembre de 2024, y resulta casi imposible de prever a cuánto podrían cotizar los segmentos alternativos (en el caso de que se imponga Sergio Massa en las elecciones y mantenga el cepo).
La estrategia que propone el candidato del oficialismo no funcionó ni una sola vez en la historia argentina. Massa sugiere que la salida del cepo se podría producir acumulando divisas por un supuesto “boom exportador” que jamás llegaría si el tipo de cambio de los exportadores y el segmento libre mantienen una brecha colosal como la que existe hoy.
Sin acumulación de divisas en el Banco Central y sin acceso al crédito externo, la única alternativa para la dirección económica que propone Sergio Massa es la incesante devaluación de la moneda, con todos los efectos que esto implica para el poder adquisitivo de los salarios y la inflación.