Muy diplomáticamente, EEUU hizo saber que sigue «de cerca» el debate sobre la libertad de prensa en la Argentina, en medio de los ataques sufridos por Papel Prensa y la embestida del Gobierno nacional.
Ayer, en la Casa Rosada, la presidenta Cristina Kirchner recibió a una importante funcionaria del Gobierno de los Estados Unidos. No hubo declaraciones públicas tras ese encuentro, pero apenas unas horas antes la Casa Blanca había advertido que sigue «de cerca» el «fuerte debate» que se generó sobre la libertad de prensa en el país.
Este mensaje llegó directo desde Washington y le agregó un condimento político a la visita de la subsecretaria de Asuntos Públicos y Diplomáticos del Departamento de Estado, Judith McHale, quien concurrió a la Casa de Gobierno acompañada por la embajadora de los Estados Unidos en Buenos Aires, Vilma Martínez.
La reunión -que se realizó el día después de lo anuncios del Gobierno sobre la empresa Papel Prensa- duró media hora y contó también con la participación del canciller Héctor Timerman.
Al término del encuentro, la Presidenta se retiró de la Casa Rosada sin formular declaraciones, al igual que Timerman y los representantes diplomáticos de Estados Unidos.
Antes, desde los Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, había señalado durante una rueda de prensa: «Hay un fuerte debate interno ocurriendo en estos momentos en la Argentina. Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos». Toner se refirió a la denuncia que el Gobierno presentará para que se investigue la transferencia accionaria de Papel Prensa a los diarios Clarín, La Nación y La Razón durante la última dictadura.